La preparación a medida de
un inmueble a la venta, con el objetivo de conseguir una venta
más rápida y a mejor precio, es una técnica del sector inmobiliario bien
conocida como ‘home staging’, que recurre mucho a trucos, reglas y métodos del
interiorismo ‘clásico’; sin
embargo, ¡el home staging no es interiorismo ni decoración! es un error
considerar que un trabajo de decoración es lo que hace falta para acelerar y
agilizar la venta de un piso o de una casa. A continuación están 3 diferencias
importantes para tener en cuenta a la hora de preparar una vivienda para el
mercado inmobiliario
1. El home staging tiene un objetivo exclusivamente comercial, no
estético: la mejora estética de un inmueble es sólo un medio,
no el objetivo prioritario como en un trabajo de interiorismo. Es cierto que
una operación de home staging hace una vivienda más luminosa, más atractiva,
más acogedora… pero todo esto sólo responde a un criterio muy concreto:
facilitar el trabajo comercial en torno a la vivienda, gracias a una mejora
radical de su presentación. Y venderla
2. El home staging no es personal: un interiorista
se interesa por la vida, los gustos, la personalidad, y por los deseos de las
personas que viven en el inmueble, para trabajar en función de ellas y adaptar
su proyecto a ellas. El home-stager tiene una misión muy distinta: centrarse en
lo que permitirá una venta rápida del inmueble. Y para cumplirla, su prioridad
es despersonalizar los espacios, e imponer un estilo sobrio, perfectamente
neutro, moderno, donde todo el mundo se pueda sentir cómodo desde el primer
instante, y donde la atención se fije en lo que cuenta: las cualidades
inmobiliarias de la vivienda. En resumen, el piso o la casa no tiene que gustar
a una persona en particular, sino al 99,99 % de las personas que lo visitan
3. El home staging es más barato: a diferencia del
interiorismo, que se basa en presupuestos muy variables, y que muy fácilmente
puede costar 5 % del valor del inmueble, el home staging tiene un objetivo de
rentabilidad: invertir poco para ganar mucho (o ahorrar mucho, que viene a ser
lo mismo) en la venta de una propiedad. Un profesional de home staging siempre
busca el mayor cambio de presentación de la vivienda a corto y medio plazo, con
la mínima inversión, y por lo tanto el precio de una operación de home staging
suele estar por debajo del 1 % del valor del inmueble. Muchos profesionales de
home staging tienen soluciones para que sus clientes, propietarios vendedores
de pisos y casas, hagan inversiones mínimas, y siempre rentables: pago diferido
hasta el momento de la venta, puesta a disposición integral del material hasta
la venta, procesos a bajo coste, pintura y reparaciones sin emprender reformas,
etc…
Si
quiere vender su piso o casa, y que la presentación del inmueble le desfavorece
en un mercado inmobiliario tan competitivo, ¡piense en la solución home staging!
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